
Así se llama esta cafetería situada en el Paseo del Padre Manjón (al final del Paseo de los tristes). No sé si lo habéis notado, pero el ambiente de Granada en primavera es genial: las calles se llenan de músicos, gente paseando, todo está más vivo y tiene más luz. Es sin duda, el tiempo de las terracitas.
Lo mejor del café au lait es la terraza con vistas a la Alhambra y muy buen ambiente, sobre todo cuando no cae una manta de agua como en esos días pasados que espero no se vuelvan a repetir hasta Septiembre.
A ver, sé que es necesario que llueva; pero ¿no podría ser sólo los lunes laborales de 2 de la noche a 7, por ejemplo? Creo que no pido tanto. Y sobre todo ahora, que mi moreno cubano se diluye.

Pedimos una copa de helado y una de vino blanco, como puede observarse a la derecha. Muy bueno, aunque, como es obvio, me quedo con mi helado de "los Italianos". Hay que dejar claro que la especialidad de la casa no es nuestra elección, sino los crepes y, por supuesto, el café. Sin embargo, hay días que el cuerpo te pide otra cosa.
Es un buen sitio para ir con amig@s en plan ligue de guiris como hacían antes los granadinos de a pie, subiendo a la Alhambra para ligarse a las suecas. La terraza de este café está plagadita de ciudadanos de todo el mundo.